Los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid (CMS) han anunciado reducciones sustanciales de precios para 15 de los medicamentos recetados más vendidos, logrando una disminución promedio del 44% en los precios netos en comparación con los niveles de 2024. Esto marca un aumento significativo con respecto a la reducción del 22% lograda en la primera ronda de negociaciones bajo la Ley de Reducción de la Inflación (IRA).
Ahorro para los Beneficiarios y el Sistema
Los 15 medicamentos seleccionados representaron $42.5 mil millones en gastos de Medicare Parte D el año pasado, y los beneficiarios gastaron $1.7 mil millones de bolsillo. Se prevé que los nuevos precios negociados ahorrarán a los beneficiarios un estimado de $685 millones en costos directos. Esta reducción es un resultado directo de las disposiciones de fijación de precios de los medicamentos de la IRA, que permiten a Medicare negociar los precios de los medicamentos de alto costo.
Cómo funcionan las negociaciones
La IRA exige que los medicamentos de molécula pequeña deben tener al menos siete años después del lanzamiento (sin competencia genérica) y los productos biológicos al menos 11 años después del lanzamiento (sin competencia biosimilar) para ser elegibles para la negociación. Los medicamentos elegidos se encuentran entre los 50 principales gastos de la Parte D de Medicare, y las negociaciones futuras se ampliarán para incluir los medicamentos de la Parte B a partir de 2026. El proceso implica una serie de ofertas y contraofertas entre CMS y los fabricantes farmacéuticos, teniendo en cuenta los costos de investigación y desarrollo, los beneficios clínicos y la dinámica del mercado.
Los límites de precios y los reembolsos generan ahorros
Un componente clave del proceso de negociación es el establecimiento de un precio máximo para cada medicamento. Este límite es el precio neto actual después de los reembolsos o un porcentaje del precio promedio del fabricante no federal, generalmente 75% para medicamentos más antiguos y 40% para aquellos con exclusividad en el mercado por más tiempo. La diferencia entre los reembolsos negociados antes del IRA y los precios negociados bajo la ley es sustancial: más de la mitad de los medicamentos en esta ronda tenían reembolsos anteriores por debajo del 25%, lo que contribuyó a la mayor caída promedio del 44% en el precio neto.
Impacto y estabilidad a largo plazo
Las negociaciones del IRA sobre los precios de los medicamentos están ahora codificadas en ley, lo que garantiza su permanencia a menos que sean derogadas. Esto contrasta con los recientes acuerdos de precios de “nación más favorecida”, que se basan en órdenes ejecutivas y acuerdos voluntarios que podrían ser revocados por futuras administraciones. Las compañías farmacéuticas subrayan la naturaleza obligatoria del proceso IRA, y Novo Nordisk lo reconoce como un “proceso obligatorio de fijación de precios”.
Panorama complejo de precios
Los precios de medicamentos como Ozempic y Wegovy ilustran el complicado panorama. Los precios de lista son altos ($950 y $1350 por mes), pero los pacientes asegurados a menudo pagan copagos más bajos ($25-$150). Los precios netos después de los reembolsos pueden ser un 58 % más bajos y las plataformas directas al consumidor ofrecen más descuentos (menos de 350 dólares). Los precios justos máximos de la IRA ($274-$385 para Wegovy y Ozempic) son reemplazados por los precios de la nación más favorecida ($245) cuando corresponda, mientras que TrumpRx ofrece precios de $345.
Más allá del precio: limitar los costos de bolsillo
Quizás más impactante para los beneficiarios que los recortes directos de precios sea el límite de la IRA a los gastos de bolsillo anuales. Esto comienza en $3,300 en 2024 y se reduce a $2,000 en 2025, lo que brinda un alivio significativo para quienes usan medicamentos especializados de alto costo. Esta disposición por sí sola está ahorrando a muchos beneficiarios de Medicare miles de dólares al año.
Las negociaciones de precios de medicamentos de la IRA representan un cambio fundamental en la forma en que Medicare paga los medicamentos recetados, asegurando ahorros a largo plazo tanto para los beneficiarios como para el sistema.



















