La tendinitis es una afección común que causa dolor e inflamación en los tendones, los fuertes cordones fibrosos que conectan los músculos con los huesos. Si bien a menudo se desencadena por el uso excesivo, puede alterar la vida diaria, desde movimientos simples hasta el rendimiento deportivo. Afortunadamente, la mayoría de los casos responden bien al tratamiento conservador, pero comprender las causas, los síntomas y las estrategias de prevención es fundamental para un tratamiento eficaz.
¿Qué causa la tendinitis?
Los tendones soportan una tensión significativa durante el movimiento. Cuando el esfuerzo repetitivo, la sobrecarga repentina o el desgaste relacionado con la edad crean desgarros microscópicos, el cuerpo responde con inflamación, lo que provoca dolor e hinchazón. Ignorar los primeros síntomas puede permitir que la afección empeore, progresando potencialmente a una degeneración crónica (tendinosis) o incluso a una rotura del tendón.
Varios factores aumentan el riesgo:
- Movimientos repetitivos: Los trabajos o deportes que implican movimientos repetidos (tenis, construcción, jardinería) son desencadenantes comunes.
- Uso excesivo: El aumento rápido de los niveles de actividad sin una recuperación adecuada puede abrumar los tendones.
- Edad: Los tendones pierden elasticidad con la edad, lo que los hace más susceptibles a sufrir lesiones.
- Condiciones de salud: La diabetes, la artritis reumatoide y ciertas infecciones pueden contribuir a la tendinitis.
- Factores del estilo de vida: Fumar reduce el suministro de oxígeno a los tendones, mientras que el colesterol elevado puede aumentar el riesgo de lesiones.
Tipos comunes de tendinitis
La tendinitis suele manifestarse en localizaciones específicas dependiendo del tendón afectado:
- Tendinitis del tendón de Aquiles: Dolor en la parte posterior del talón, común en corredores.
- Codo de tenista (epicondilitis lateral): Dolor en la parte externa del codo, que se observa con frecuencia en jugadores de deportes de raqueta.
- Codo de golfista (epicondilitis medial): Dolor en la cara interna del codo.
- Tendinitis del manguito rotador: Dolor en el hombro, que a menudo afecta a los atletas y a quienes realizan movimientos por encima de la cabeza.
- Rodilla de saltador (tendinitis rotuliana): Dolor debajo de la rótula, común en los deportes de salto.
- Tenosinovitis de De Quervain: Dolor en la muñeca del lado del pulgar.
Reconocer los síntomas
La característica distintiva de la tendinitis es el dolor localizado en el tendón afectado, que a menudo empeora con el movimiento. Otros signos incluyen:
- Ternura al tacto.
- Leve hinchazón o enrojecimiento.
- Sensación de crujido o chirrido durante el movimiento.
- Debilidad o rigidez en la articulación.
En casos raros, la tendinitis infecciosa (p. ej., por gonorrea) puede presentarse con fiebre, sarpullido o secreción, lo que requiere atención médica inmediata.
Tratamiento y recuperación
La mayoría de los casos de tendinitis mejoran con cuidados conservadores:
- Protocolo RICE: Descanse el área afectada, aplique hielo, comprima si es necesario y eleve.
- Analgésicos de venta libre: Los AINE como el ibuprofeno pueden reducir la inflamación.
- Terapia física: Fortalece los músculos, mejora la flexibilidad y restaura el rango de movimiento.
- Inyecciones de corticosteroides: Pueden proporcionar alivio a corto plazo, pero no son una solución a largo plazo.
Los casos graves o persistentes pueden requerir inyecciones de plasma rico en plaquetas (PRP) o, en raras ocasiones, cirugía.
La prevención es clave
Prevenir la tendinitis implica:
- Calentamiento y enfriamiento adecuados: Prepara los tendones para la actividad y ayuda a la recuperación.
- Progresión gradual: Evite aumentos repentinos de intensidad o duración.
- Forma correcta: La técnica adecuada reduce la tensión en los tendones.
- Ajustes ergonómicos: Optimice el espacio de trabajo para minimizar el estrés repetitivo.
- Estilo de vida saludable: Mantenga un peso saludable, evite fumar y siga una dieta antiinflamatoria.
Con un tratamiento adecuado, la mayoría de las personas se recuperan de la tendinitis en cuestión de semanas o meses. Sin embargo, ignorar los síntomas puede provocar dolor crónico o incluso rotura del tendón. La intervención temprana y las medidas preventivas son el mejor enfoque para mantener los tendones sanos y un movimiento sin dolor.




















