La esclerosis múltiple (EM) es ampliamente reconocida por sus impactos físicos, como debilidad muscular y problemas de coordinación. Sin embargo, un número significativo de personas con EM también experimentan desafíos cognitivos comúnmente descritos como “niebla mental”: dificultad para pensar con claridad, recordar detalles o procesar información de manera eficiente. Esto es especialmente frecuente en las formas progresivas de la enfermedad, donde los síntomas empeoran con el tiempo.
¿Por qué es importante esto? El deterioro cognitivo puede afectar profundamente la vida diaria, haciendo que el trabajo, las conversaciones e incluso las tareas simples sean frustrantemente difíciles. Ignorar estos cambios puede provocar una reducción de la calidad de vida, pérdida de oportunidades y estrés innecesario.
¿Qué es la niebla cerebral de la EM?
“Confusión mental” no es un término médico formal, sino más bien una experiencia informada por el paciente de pensamiento lento, fatiga mental y dificultad para concentrarse. La gente suele describirlo como sentirse “no tan agudo como antes”, tener dificultades para encontrar las palabras adecuadas o extraviar objetos con frecuencia. Las investigaciones indican que estos síntomas se alinean con disminuciones en la velocidad de procesamiento, la memoria, la capacidad de atención y las funciones ejecutivas: las habilidades mentales necesarias para planificar y resolver problemas.
¿Qué causa la niebla cognitiva en la EM?
Las causas son complejas y rara vez se reducen a un solo factor. Los síntomas cognitivos a menudo son el resultado de una combinación de cambios cerebrales relacionados con la EM y otras influencias médicas, emocionales o del estilo de vida.
Cambios cerebrales relacionados con la EM: La enfermedad daña tanto la materia blanca como la gris, alterando la eficiencia con la que el cerebro procesa la información. Las lesiones y la pérdida de volumen cerebral, particularmente en áreas como el tálamo y los lóbulos frontales, pueden afectar el pensamiento y la memoria. Estudios recientes sugieren que las interrupciones en las redes cerebrales, más que daños aislados, desempeñan un papel clave.
Fatiga: Un síntoma importante de la EM, la fatiga afecta directamente la función cognitiva. Cuando el cerebro lucha por mantener el esfuerzo mental, crea una sensación de pensamiento lento. Esto está relacionado con alteraciones en los sistemas de neurotransmisores que regulan el estado de alerta.
Estado de ánimo y estrés: La depresión, la ansiedad y el estrés crónico son comunes en los pacientes con EM. Estos trastornos del estado de ánimo pueden empeorar la concentración, la atención y la memoria.
Problemas del sueño: La apnea del sueño y el insomnio pueden contribuir al deterioro cognitivo. La mala calidad del sueño reduce la claridad mental y exacerba la fatiga.
Medicamentos: Algunos medicamentos para la EM pueden causar efectos secundarios que contribuyen a la confusión. Es fundamental una revisión de su lista de medicamentos con su neurólogo.
Migraña: Las migrañas frecuentes y no tratadas también pueden nublar la función cognitiva.
Menopausia: Para las mujeres, los cambios hormonales durante la perimenopausia y la menopausia pueden superponerse con la progresión de la EM, lo que dificulta distinguir entre los síntomas.
Cuándo buscar atención médica
No espere a que los síntomas se agraven. Mencione la confusión mental a su médico con anticipación, incluso si parece leve. Su equipo de atención puede identificar y abordar factores contribuyentes, como problemas de sueño, trastornos del estado de ánimo, efectos secundarios de los medicamentos o desequilibrios hormonales.
Considere discutir los cambios cognitivos si:
– Perturban tu vida diaria o laboral.
– Los síntomas empeoran o ocurren con más frecuencia.
– Nota nuevos problemas de memoria o de pensamiento.
– Amigos o familiares expresan preocupación.
– Sospechas de efectos secundarios de la medicación o problemas para dormir.
Estrategias de tratamiento y manejo
No existe una cura única para los cambios cognitivos relacionados con la EM. El tratamiento se centra en controlar los factores contribuyentes y apoyar la función cerebral.
Ajustes de medicación: Si un medicamento contribuye a la confusión, su médico puede ajustar la dosis o cambiar a una alternativa.
Tratamiento de los trastornos del estado de ánimo y los problemas del sueño: Abordar la depresión, la ansiedad o la apnea del sueño puede mejorar la claridad cognitiva.
Rehabilitación cognitiva: Los estudios muestran que el entrenamiento cognitivo puede mejorar la función y enseñar estrategias para compensar los déficits.
Estrategias de autoayuda:
– Rutinas: Utilice agendas, calendarios y listas de verificación para reducir la carga mental.
– Desglose de tareas: Divida las tareas complejas en pasos más pequeños y manejables.
– Monitoreo de cambios: Realice un seguimiento de las fluctuaciones en la confusión mental relacionadas con la fatiga, el estrés o la medicación.
En conclusión, la niebla cognitiva es un desafío común en la EM progresiva, a menudo impulsada por una combinación de factores. La intervención temprana, los ajustes en el estilo de vida y los tratamientos específicos pueden mejorar la función y la calidad de vida del día a día.
Recursos:
Portaccio E et al. Deterioro cognitivo en la esclerosis múltiple: una actualización sobre evaluación y tratamiento. NeuroCiencia.* 22 de noviembre de 2022.
* Memoria y Pensamiento. Sociedad de EM. 14 de septiembre de 2022.




















