Conclusión clave: Un estudio reciente confirma que adoptar hábitos más saludables, incluida la pérdida de peso mediante dieta y ejercicio, puede reducir de manera demostrable la “edad cerebral” de una persona, mejorando la función cognitiva a medida que envejece. Esto es importante porque la salud del cerebro es un indicador líder de la calidad de vida en las poblaciones que envejecen.
¿Qué es la “edad del cerebro”?
El término “edad del cerebro” no se refiere a la edad cronológica sino a qué tan bien funciona el cerebro en relación con su estado biológico. Los investigadores miden esto mediante escáneres cerebrales, observando factores como el volumen de materia blanca. Una edad cerebral más alta se correlaciona con una función cognitiva más deficiente y un mayor riesgo de enfermedades neurodegenerativas. Estudios anteriores muestran que la obesidad está fuertemente relacionada con una edad cerebral más alta.
El estudio: pérdida de peso y mejora cognitiva
Los investigadores estudiaron a 102 adultos obesos mayores de 30 años, con una edad promedio de 51,5 años. Su edad cerebral promedio era de 52,8 años al inicio del estudio. Los participantes siguieron un régimen de mayor ejercicio y una dieta rica en verduras y proteínas magras durante 18 meses. Los resultados: se demostró que los participantes redujeron su edad cerebral en casi un año.
El estudio tiene limitaciones. El grupo de participantes era abrumadoramente masculino, lo que significa que se necesita más investigación para confirmar estos efectos en las mujeres.
Pasos sencillos para mejorar la salud del cerebro
El estudio subraya que la salud del cerebro no está determinada únicamente por la genética. Las elecciones de estilo de vida son importantes. A continuación se explica cómo actuar basándose en ese conocimiento:
- Dieta equilibrada: Priorice las frutas, verduras y proteínas magras. Trate de llenar al menos la mitad de su plato con verduras en cada comida. Preparar las comidas con antelación hace que sea más fácil evitar los refrigerios poco saludables.
- Ejercicio regular: Incorpora la actividad física a tu rutina. Caminar 10.000 pasos diarios está relacionado con una reducción del 51% en el riesgo de demencia.
- Manejo del estrés: El estrés crónico afecta la función cognitiva. Maneje el estrés a través de terapia, meditación, llevando un diario o simplemente socializando con amigos.
- Estimulación mental: Participe en actividades estimulantes como lectura, rompecabezas o voluntariado. La actividad mental decidida promueve la resiliencia cognitiva.
- Suplementos: Algunos suplementos para la memoria apoyan la función cerebral. Busque ingredientes con beneficios cognitivos comprobados.
El resultado final
La evidencia es clara: los cambios intencionales en el estilo de vida pueden mejorar significativamente la salud del cerebro y reducir el deterioro cognitivo. La pérdida de peso, la alimentación saludable, el ejercicio regular y el manejo del estrés no tienen que ver solo con el bienestar físico; se trata de preservar su agudeza mental a medida que envejece.



















