El cambio del café caliente al café frío es una preferencia estacional común, especialmente cuando llega el clima más cálido. Pero más allá del sabor, ¿cómo se comparan estos métodos de elaboración en términos de beneficios para la salud? La respuesta tiene matices y está influenciada por el tiempo de preparación, el contenido de cafeína e incluso su genética individual.
El proceso de elaboración de la cerveza: tiempo, temperatura y sabor
El café preparado en frío se elabora remojando los granos de café en agua fría durante períodos prolongados, que varían de 12 a 24 horas para los métodos de inmersión, o al menos cinco horas para las técnicas de goteo lento. Esto contrasta marcadamente con la elaboración de cerveza en caliente, que extrae los sabores mucho más rápido. El mayor tiempo de preparación en frío da como resultado una bebida más suave, menos ácida y naturalmente más dulce. Esto se debe a que los azúcares y aceites del café se descomponen a diferentes velocidades, y los azúcares tardan más en degradarse que los ácidos.
Contenido de cafeína: un factor variable
Aunque a menudo se percibe como más suave, la bebida fría puede contener niveles iguales o superiores de cafeína en comparación con el café caliente. Esto se debe a que la concentración de tierra y agua puede variar significativamente y el remojo prolongado extrae más cafeína con el tiempo. El contenido real de cafeína depende en gran medida del método de preparación y de la proporción de café y agua utilizada.
Predisposición genética: cómo el cuerpo maneja la cafeína
Su composición genética juega un papel fundamental en la forma en que metaboliza la cafeína. El gen CYP1A2 es responsable del 95% del metabolismo de la cafeína. Las personas con determinadas variantes de este gen consumen más café sin experimentar los mismos efectos secundarios que los demás. Curiosamente, quienes metabolizan la cafeína rápidamente suelen tener niveles más bajos en el torrente sanguíneo a pesar de consumir más. Si es sensible a la cafeína o experimenta nerviosismo, puede ser útil reducir el tiempo de preparación o diluir la bebida fría.
Beneficios para la salud: consistentes en todos los métodos
A pesar de las diferencias en la preparación, tanto el café frío como el caliente ofrecen beneficios para la salud similares. Un estudio de cohorte en el que participaron casi 500.000 adultos encontró que beber café, incluido el descafeinado, estaba inversamente asociado con la mortalidad. Los participantes que consumieron hasta ocho tazas al día aún obtuvieron beneficios de longevidad. Sin embargo, la FDA recomienda limitar la ingesta de cafeína a 400 miligramos por día, aproximadamente de cuatro a cinco tazas.
El papel de los compuestos: ¿Qué hace que el café sea saludable?
Los investigadores todavía están explorando los compuestos específicos responsables de los beneficios del café para la salud. La cafeína, los antioxidantes y los polifenoles son posibles contribuyentes. Si bien se necesita más investigación para identificar los mecanismos exactos, la evidencia sugiere que el consumo moderado de café es beneficioso.
Ya sea que prefieras una bebida fría o caliente, la clave es la moderación. Los beneficios para la salud siguen siendo constantes, aunque el contenido de cafeína puede variar. Si no está seguro de cómo su cuerpo maneja la cafeína, escuche sus genes y ajústelos en consecuencia. Agregar edulcorantes o saborizantes puede anular algunos de los beneficios para la salud, por lo que es preferible beber negro.




















